domingo, 30 de enero de 2011

A mal tiempo: tallador y a buen tiempo: labrador



Hace unos dias me reencontré virtualmente con una chica que estudió conmigo. Esto de internet es lo que tiene...

Curioseando en su perfil de FB descubrí que tiene un padre ARTISTA, asi con mayúsculas.



Paisaje de Peñaullán. 240€



Paisana catando. 300€

Se llama Faustino Fernández Cerra y cuando era un chavalete y cuidaba las vacas, comenzó a usar su navaja para tallar. Su primera obra fué una Virgen y seguro que, aunque apuntaba maneras, nadie pensaba que podría a llegar a hacer las maravillas que salen de sus manos ahora.


Como todo aquel que lleva sangre creadora, no se conforma con tallar bien. Tambien pinta y como podreis ver, tampoco eso se le da mal.






Nacido en Riberas, un pueblin de Asturias, es autodidacta. Me cuenta su hija, que ya casado, retomó su afición por la talla y su primera mesa de trabajo fue la pontonal de un horreo.


Desde entonces ha creado muchas obras, de las que no se desprende. Sin embargo, hace réplicas de las mismas, cuando alguien se las encarga. Tambien hace escudos bajo pedido.


A sus 73 años se mantiene joven y activo. Siempre está ocupado. Su lema es el que dá titulo a esta entrada:

A mal tiempo, tallador y a buen tiempo, labrador.


Y es que según parece, su arte tambien se extiende a su jardin, del que no tengo foto, pero que por como trabaja y por lo que me han dicho, debe de tener cuidadisimo.







Como podeis imaginar, cuando vi las fotos de sus obras me quedé impresionada y por eso he querido compartirlo con vosotr@s. Que mejor forma de volver a arrancar este blog, que lo tenia un poco olvidadillo, que difundiendo su obra.




Si alguno de vosotros está interesado en adquirir alguna de sus obras o si quereis ayudar a difundir su arte, no dudeis en contactar o en colgar un link a esta entrada en vuestro blog.

9 comentarios:

Cloti Montes dijo...

El de la ordeñadora es muy llamativo, y curioso cómo la llama, una catadora es algo distinto para mí. Todo los días se aprende algo nuevo. Gracias por enseñárnoslo, Remi.
Bsssssss
Cloti

anele dijo...

A mí la ordeñadora me parecía una foto...
Y el baúl es impresionante. Sí que tiene buena mano para la madera.

Geno dijo...

Pues sí que tiene buenas manos el señor ¡todo un artista!

José Ángel dijo...

Saludos.

Las fotos son buenas pero no se pueden comparar a la realidad. El cuadro -la talla, mejor dicho- de "La última cena" es impresionante. La caja de madera no admite calificativos.

A mí -soy sobrino suyo- me regaló un escudo del Sporting que vale mucho más que su peso en oro.

"Angelín de la Bilía" es un ARTISTA, con mayúsculas.

Jose.

R.M dijo...

Cloti, aquí a ordeñar las vacas se le dice "catar les vaques" y la ordeñadora es una máquina que ordeña las vacas o las cabras de forma mecanica. La mujer esa seguro que no se define a si misma como ordeñadora ni catadora. Simplemente, cuando llega la hora, dira que va a catar, jejeje.

R.M dijo...

Jose, gracias por visitar mi blog y felicidades por ese tio que tienes. A mi ya me impresionó La ultima cena en foto, asi que imagino como será el original.

Angelín de la Bilía???????? Floren dijome que se llamaba Faustino! jaja. Lo llaman asi, no?

Inma dijo...

Para mí también es nuevo lo del término "catadora"
También es el cuadro que mas me ha gustado.
Lo que me llama la atención es el enorme talento natural q tiene porque seguro que no ha ido a estudiar bellas artes ni nada parecido.
Un beso Remi

José Ángel dijo...

Saludos de nuevo.

Como somos una familia de ángeles, de alguna forma había que distinguirnos: mi abuelo era Ángel, mi tío es Faustino Ángel, yo soy José Ángel y mi ahijado es Ángel, como el abuelo.

En el pueblo, para todo el mundo es Angelín, pero artísticamente es Faustino Cerra, saltándose el primer apellido.

Cosas de familia y de pueblo, jajaja.

Un abrazo.

Jose (Ángel).

Anónimo dijo...

A quien desee leer añoranzas:

Hoy escribo esta sencilla carta, a tenor de lo leído en ésta página y referente a Angelín de la Vilia....por lo que me gustaría dedicar unas palabras a una GRAN MUJER, su madre, JOSEFA “LA VILIA” (madre de Angelín y José Manuel de La Vilía). Que deben ese apodo a haber vivido en la Vilia, una casa cerca de la Quintanona.

Tengo un entrañable recuerdo de esa GRAN MUJER vestida de negro “JOSEFA” que administraba una tienda en el barrio de La Plana (hoy Casa Casimiro), allí era donde se “tejían y cocían” miles de tópicos del pueblo de Riberas. Allí era donde los niños de los 60 nos reuníamos entorno a JOSEFA, que siempre, siempre tenía una atención (caramelos) ó una sonrisa con nosotros ó simplemente te pasaba la mano por encima de la cabeza y nos libraba de mas de un cachetazo de nuestros padres.

Conocía su oficio muy bien y te abría la puerta de día, de noche y los domingos y le importaba un rábano el $ y de eso, algunas familias de Riberas lo saben bien. Impidió mucha hambre y fió muchos alimentos que en aquellos tiempos no se podía pagar hasta el día de cobro en Ensidesa, el carbón del río, la madera…. cuando se cobraba. La libreta de deudas era frecuente y en ocasiones “se perdía”, pero JOSEFA no se enfadaba.

JOSEFA nunca tenía prisa en cobrar. Recuerdo a una familia hastiada de tanta pobreza que se fueron a trabajar a Bélgica (emigración), debiendo importantes cantidades de alimentos a JOSEFA; pasados los años esa familia vino a Riberas y abono la deuda con JOSEFA.

JOSEFA era el banco de alimentos de muchas familias (no como los de ahora) sino al contrario y de ello, reitero se beneficiaron muchas familias. Nunca le vías poner mala cara, JOSEFA no reclamaba lo adeudado, sabía muy bien lo que “se cocinaba” en cada familia.

Muchos de aquellos niños de los 60, hemos aprendido que la distancia hace mas fuertes nuestros lazos, con aquellas personas que nos trataron bien. Que pena que solo aprendemos a valorar a las personas importantes cuando sentimos su ausencia.

GRACIAS JOSEFA, por abrirnos la puerta de noche, los días de fiesta y salvarnos de infierno por haber perdido el dichoso catecismo, haberse roto el pizarrín ó perdido la goma de borrar.

GRACIAS JOSEFA, por compartir nuestras alegrías y nuestras tristezas, transmitiendo esas palabras de fortaleza, tranquilidad y la certeza de que todo esta bien. También por aceptar a los demás sin mirarles la cartera.

GRACIAS JOSEFA, por aconsejarnos y poner el hombro, por no llenarnos de palabras huecas, por enseñarnos a ver con una sonrisa, en cada mirada, en cada palabra y el cariño implícito en cada una de ellas.

Mucho se podría escribir (se acabaría la tinta) de esa GRAN MUJER, que la veíamos desde abajo, (desfigurada por nuestra edad), pero ENORME y con palabras chillonas… pero con cierto terciopelo en el tono que no podía ocultar que se estaba riendo a carcajadas. En ese momento, te daba 3 pastillas de espabilina.

¿Os extraña los valores humanos que trasmite Angelín “El de La Vilía” a través de su arte?.

Desde L´rena, Luis Miguel - 22 de Junio/2012

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